noviembre 26, 2010

EL REFLEJO DE UNA INQUIETUD

La Jornada "Ley de Morosidad, aplicación y aspectos sancionadores" innovadora en temática y pionera en su género, organizada por AFEDECO y conducida a nivel de ponencia por dos abogados del Bufete GARRIGUES especialista en el Derecho Administrativo y Derecho Procesal, arrojó unos resultados que cumplieron con las expectativas previas al mismo transmitiendo así sensaciones sobre alto grado de afección que la morosidad tiene en el tejido empresarial nacional y, específicamente, en el balear.

Independientemente de los excelentes resultados obtenidos en cuanto a acierto en la elección de la temática y en la de los responsables de la ponencia destacamos que más del 80% de los asistentes encuentran de interés y necesidad profundizar sobre otros aspectos de la morosidad como la temática fiscal, comercial y tecnológica.

Es significativo ver que más del 46% de los mismos opinan que se debe profundizar en los tres aspectos conjuntos demostrando este porcentaje su incitación a ser más incivos a nivel informativo y formativo en todos los aspectos relacionados con la morosidad. Pueden consultar los resultados analíticos del evento en el informe adjunto:


La excelente respuesta de los asistentes ha marcado tendencia en cuanto a una nueva orientación de un proceso informativo-formativo relativo a aspectos especiales de la morosidad, hecho que ha provocado que estemos preparando un nuevo evento centrado en las demandas de las empresas asistentes y del cuál daremos cumplida información en el momento de su total definición y cierre.

septiembre 15, 2010

NUESTRA PRIMERA ENCUESTA WEB

Antes de nada y por cuenta de las personas que gestionamos el Observatorio queremos agradecer su participación en nuestra primera encuesta.

Durante dos meses hemos tenido publicada en el blog una encuesta para detectar qué opina el sector empresarial sobre si la morosidad puede provocar el cierre de un negocio o empresa.

La encuesta era muy sencilla pero transmitía de base el concepto que queríamos sondear aportando también sencillez a las respuestas para hacer la encuesta fácil de responder intentando así atraer el interés de los bloggers.

Nuestra pregunta sobre si Piensas que la morosidad puede provocar el cierre de un negocio o empresa? arrojó resultados tremendamente reveladores cuya contundencia transmitimos:

  • En absoluto - 0%
  • Depende del negocio o empresa - 0%
  • Es posible - 15%
  • Sin duda, ya está sucediendo - 85%

Estos resultados evidencian que los momentos que vive la empresa respecto de la morosidad son complicados y reales y que no sólo a nivel de autónomos la morosidad es una causa de quebranto funcional y cierre de empresa.

No es fácil encontrar encuestas donde haya respuestas que han tenido apoyo por parte de nadie ya que por regla general las opiniones se distribuyen aunque sea bajo mínimos por ello pensamos que este hecho dota de mayor argumento a la gravedad de la situación actual.

Hemos activado una nueva encuesta en la que esperamos colaboréis y esperamos también vuestros comentarios a los post que vamos incorporando.

septiembre 14, 2010

FALSOS POR AQUÍ, FALSOS POR ALLÍ

No sabemos si la civilización sería mejor o peor sin el engaño pero es evidente que esta actitud forma parte de todos los seres vivos y condiciona su supervivencia.

Y los humanos, como no podía ser de otra forma, vanagloriándonos de ser la única especie del reino animal con inteligencia y lógica aplicada, la hemos perfeccionado hasta límites que sobrepasan nuestro entendimiento cumpliendo así una de las premisas de la raza humana como es desarrollar aspectos de la vida que sirven exclusivamente para hacerla más compleja y difícil de lo que es.

Hemos apuntado en otras ocasiones que la morosidad se estructura sobre dos tipologías de empresa, la que no paga y la que vende a la que no paga cuando es rechazada por su tilde de morosa. La primera crea el ecosistema de destrucción empresarial que todos conocemos y sufrimos y la segunda fomenta su crecimiento y mantenimiento postergando su eliminación.

El concepto del no pago debería ir ligado en esencia a la ausencia de recursos económicos porque si la causa es el redireccionamiento de pagos entramos de lleno en el terreno del engaño. Todos conocemos casos en los que el cambio de dirección del dinero convierte a una empresa en morosa teniendo ésta la clarividencia y certeza universal que debe dejar de pagar un concepto por no dejar de pagar otro cuando las razones no son siempre coherentes con la línea de negocio.

Qué criterio sigue una empresa para decidir que mi producto o servicio es menos importante que el de otra empresa y por eso deje de pagarme a mí por pagar a la otra?. De base el criterio no debería existir ya que la incapacidad de pago debe ir ligada por obligación a la no adquisición de producto y por eso hablamos de engaño, pero aún así cuántas empresas de las que deciden seguir comprando saben a ciencia cierta que van a poder pagarnos?, nos asustaría conocer ese dato con certeza y evaluar el nivel de engaño existente.

Hay que luchar contra este tipo de acción?, sin duda ya que si la confianza recíproca entre nuestro cliente y nosotros ha sucumbido a la situación empresarial del cliente estamos en nuestro derecho a dejar de confiar en él. Y si nos daña, hay que actuar.

Y qué decir de las empresas que conscientemente venden a clientes a sabiendas de su etiqueta de morosos. Si algún empresario no es capaz de discernir que sustentar parte de su negocio sobre empresas reconocida o intuitivamente morosas es contraproducente para él, el sector y el tejido empresarial en general no debería tener consideración de empresario, aunque tarde o temprano esa acción se reflejará negativamente en sus resultados empresariales.

El riesgo empresarial derivado que entrañan estas empresas debe ser erradicado, estas empresas deben ser sistemática y progresivamente apartadas del mercado, identificadas y aisladas del tejido empresarial a través de acciones de presión comercial y mediática y siempre desde la legalidad y defensa de nuestros intereses.

Y cuando hablamos de empresa cliente hacemos también referencia genérica a la persona física como cliente ya que muchas empresas basan su estructura de negocio en el ciudadano como comprador final y este hecho se refleja en que la morosidad sigue siendo una de las primeras causas, si no la primera, en destrucción de empleo de autónomos.

Nuestras empresas son nuestra vida y no podemos permitir que nadie viva aprovechando situaciones que las perjudican. Somos conscientes, además, que las vías legales de recuperación de impagos son lentas y en muchas ocasiones inoperantes debido a la habilidad estructural societaria de muchas de esas empresas morosas.

Debemos aprender de ello y seguir luchando por recuperar lo que nos deben pero paralelizándolo con un pensamiento serio y coherentemente sobre qué hacemos con la venta a nuestros clientes actuales y qué haremos para vender a clientes potenciales. La experiencia de lo vivido nos sirve de eje de decisión sobre lo que vamos a vivir. Entendamos también que no todas las empresas son iguales por eso debemos acudir a nuestra capacidad de idenitificación para actuar dependiendo de la situación.

J.F. Kennedy dijo "se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo".

Llevamos año y medio dándonos cuenta que sí nos están engañando a todos todo el tiempo, hagamos pues caso a las palabras de JFK y luchemos contra el engaño y el abuso de los que dejan de pagarnos y los que aceptan venderles.

julio 26, 2010

FICHEROS DE MOROSOS, EL INICIO DEL COMPROMISO

Walter Scott dijo en su momento que "el que sube una escalera debe empezar por el primer peldaño". La complejidad que conlleva la gestión de la morosidad que afecta a nuestras empresas hace que la escalera sea larga, con mucha pendiente y con un número de escalones cuyo final no vemos pero aún así no podemos esperar más para subir el primer peldaño.

Muchos son los aspectos circunstanciales que pueden permitirnos gestionar la morosidad, no son simples en su tratamiento pero algunos y gracias a herramientas tecnológicas quizás son más accesibles que otros, como son los ficheros telemáticos de morosos.

Un fichero telemático de morosidad es una herramienta tecnológica accesible para cualquier empresa que permite, siguiendo unos preceptos de seriedad, profesionalidad y seguridad legal y tecnológica, generar una base de datos de empresas que incurren en mora de forma que las empresas afectadas puedan consultar de forma ágil si un cliente potencial es moroso o no en el momento de iniciar una relación comercial o de mantener la existente.

La variedad morfológica de ficheros es múltiple dependiendo de las necesidades pero si hablamos de un modelo genérico hacemos referencia a un fichero multisectorial de ámbito nacional, una base de datos en la que se relacionan empresas de varios sectores de negocio y cuyo ámbito abarque todo el territorio nacional. Este modelo de fichero, sobre todo en localizaciones donde la insularidad y estacionalidad hacen que las empresas no sólo se provean de productos autóctonos sino que tengan necesidad de acudir a empresas de fuera del archipiélago, se perfila como un modelo necesario para perfilar un entorno de negocio con garantía.

La idea es disponer de un modelo conceptual que nos permita saber a quién estamos vendiendo o a quién vamos a vender de forma que podamos asegurarnos, de base, un conocimiento cierto sobre la fiabilidad de esa empresa ya que lo que perseguimos es proteger la fiabilidad de la nuestra.

Con el fichero inventariamos las empresas que son morosas de forma cierta. Evidentemente la información que se gestiona en estos ficheros no puede ser tratada como pública por ello su custodia y consulta deben respetar una serie de preceptos legales y técnicos que aseguren su validez funcional. En realidad, para saber si debemos vender a un posible cliente lo que verdaderamente necesitamos conocer es, por este orden, si debe dinero a alguien o no y si así es qué cantidad debe, ya que aspectos como a quién se lo debe no es tan vinculante para tomar una decisión coherente con nuestros intereses.

Es importante destacar que para incorporarnos como empresa a estos ficheros y poder introducir a nuestros morosos debemos incluir también si nosotros lo somos, hecho que por sí mismo genera problemas de activación de este tipo de herramientas y retrasa en el tiempo su desarrollo y crecimiento, pero que apelan a la lógica de negocio y que todos debemos entender como coherentes. La valentía empresarial es la esencia de la correcta gestión de la morosidad.

Y no olvidemos el compromiso, si todos los que sufrimos aunamos esfuerzos estos ficheros crecerán rápidamente y anticiparemos en el tiempo una herramienta que nos oriente en estos momentos de incertidumbre, pero no debemos perder nunca de vista la omisión de compromiso por parte de elementos del sector que, bajo riesgo cierto de problemas, venden a los morosos que sistemáticamente van siendo apartados del mercado, ya que esa es una fuente de reactivación de la morosidad.


julio 13, 2010

NUEVA LEY SOBRE MOROSIDAD

El pasado miércoles 7 de Julio entró en vigor la Ley 15/2010, de 5 de Julio, de modificación de la Ley 3/2004, de 29 de Diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. Esto significa que no es una nueva Ley sino que se ha modificado la existente hasta el momento fechada en 2004.

Como en todas las modificaciones de leyes previas hay novedades interesantes consecuencia del análisis de los años de ejercicio de la Ley anterior, siempre consideradas positivas pero siempre con el agravante del tiempo que precisamente es de lo que no disponemos cuando arrastramos morosidad.

Como puntos importantes podemos destacar la supresión de la posibilidad del "pacto entre las partes", evitando así la presión de negocio, o así debería ser, situación que ha conducido a nuestro país a los niveles de distensión en los días de pago más allá de la fecha estipulada para los mismos. Este punto perjudicaba especialmente a la PYME.

Otro eje sobre el que pivota la Ley es establecer 60 días como plazo máximo de pago interempresarial y 30 días como plazo para el sector público. El inconveniente de ambas situaciones es que queda establecido por Ley un periodo transitorio que culminará el 1 de Enero de 2013 lo que coloca el escenario de eficiencia a 29 meses vista, es decir, casi dos años y medio, alejamiento que no beneficia en nada la compleja situación actual y la perspectiva de crecimiento de la misma que tenemos para 2011. Existe también tipificación sobre periodos de pago para alimentos frescos y perecederos y el resto de productos alimentarios, situada en 30 días los primeros y en 60 días los segundos.

En caso de mora reconocida y cobro de intereses estos no podrán superar, en ningún caso, el 15% de la cuantía de la deuda excepto en deudas inferiores a 30.000€ en las que el límite estará constituido por el importe de la deuda de que se trate. No parece muy indicado intentar cobrar intereses de demora cuando la deuda real no se cobra, pero si no hacemos acopio de valor empresarial y estructuramos nuestra gestión de morosidad de forma óptima apoyados en las garantías legales de esta Ley, seguiremos siendo fagocitados por los que no pagan.

Y como detalle final pero muy vinculante hay que tener claro que la recepción de facturas por medios electrónicos producirá los efectos de inicio del cómputo de plazo de pago siempre que se encuentre garantizada la identidad y autenticidad del firmante, la integridad de la factura y la recepción por el interesado. En pocas palabras, tendremos que buscar una alternativa válida al famoso envío de facturas en PDF por correo electrónico si queremos controlar nosotros el inicio del plazo de pago, vital para determinar la morosidad.

Como vemos poco a poco se va puliendo el marco legal, falta sólo que las empresas nos pongamos el mono de trabajo y que se empiecen a cumplir los plazos hasta llegar a 2013.

julio 07, 2010

LIDERAMOS EL RIESGO EN MOROSIDAD

La morosidad se está convirtiendo sin duda en un indicador de la salud no sólo del tejido empresarial sino de las comunidades autónomas en sí. El hecho de ser una comunidad con elevada morosidad es preocupante pero estar posicionados como comunidad con elevado riesgo de crecimiento es más preocupante aún.

La escasa capacidad de reacción de las empresas frente a la morosidad donde prevalece el "si no pago no pasa nada" hace que la temperatura del ambiente mantenga en óptimas condiciones el caldo de cultivo de la morosidad.

Según el informe de Iberinform y lamentablemente para nosotros y nuestras empresas, Baleares lidera este 2010 y con tendencia de crecimiento hacia 2011 el porcentaje de empresas en riesgo de morosidad muy por encima de la media nacional, lo que se añadido a nuestra tan citada insularidad y estacionalidad nos coloca en un importante quebranto socio-económico.

Si observamos el gráfico adjunto podemos apreciar lo preocupante de la situación, no sólo por liderar este dramático ranking ni por estar muy encima de la media nacional, lo que de por sí es preocupante en extremo, sino por las derivadas de dicho estudio ya que los datos están proyectados a 2011 lo que debería generarnos enorme preocupación.

Vistas las premisas debemos adquirir conciencia colectiva sobre la lucha contra la morosidad, pero esta vez desde la proactividad y la activación de acciones paliativas ciertas para intentar aplacar estas estadísticas que nos acucian.

Hemos llegado al momento crítico de abandonar quejas solemnes por la morosidad que azota nuestras empresas y trabajar para luchar contra ella, porque la morosidad que ahora nos afecta se incrementará desconociendo si el incremento afectará a empresas que ya la sufren agravando su situación o actuará sobre empresas que no han tenido morosidad hasta el momento, lo que ratificaría las estadísticas vistas.

Echando un último vistazo al gráfico adjunto vemos de modo gráfico que toda la zona de Levante seguirá siendo azotada por la morosidad mientras nos dirigimos inexorablemente hacia 2011. Y allí estamos nosotros, pintados de azul.

Obvia comentar que la búsqueda de una salida pasa por ser exhaustivos en el análisis de nuestra morosidad, drásticos en la detección y aviso preventivo sobre las empresas de nuestro sector que favorecen la morosidad o simplemente no la detienen e implacables con los que no pagan. Nuestro futuro depende de ello.

julio 01, 2010

ES POSIBLE SEMEJANTE DESCONTROL?

Las personas debemos ser conscientes de nuestros actos y coherentes con sus consecuencias cuando evaluamos un suceso en el que nos vemos involucrados.

Cuando sufrimos un quebranto solemos tener una gran facilidad para dar la culpa a algo o a alguien que minimice la afección que ese quebranto nos produce. Es una acción de autodefensa que no podemos evitar, pero cuando evaluamos con calma la situación es cuando nos vienen los miedos.

La morosidad es una lacra que se ha establecido de forma permanente en el tejido empresarial de nuestra sociedad pero si hubiera que diseñar una balanza estamos seguros de poder colocar los pesos que toca en los platillos?.

Si intentamos ser serios con nosotros mismos y vemos con atención el gráfico anexo, somos capaces de encontrar una explicación coherente a que seamos el último país de Europa en plazo medio de pago en 2009?.

Decimos el último porque por detrás sólo tenemos un país que está en quiebra técnica y quizás puede ser menos traumático para nosotros considerarnos los últimos que acercarnos a Grecia.

Lo que sí detectamos y se refleja en el gráfico es que la emocionalidad de los países mediterráneos provoca que las relaciones mercantiles sucumban tal vez demasiado a consideraciones personales que a la hora de la venta nos parecen esenciales porque siempre han sido así pero que a la hora del cobro se convierten en impedimentos para que éste se haga efectivo en tiempo y forma. Los que son amigos, familiares, conocidos, buenos clientes y demás se comportan así cuando no pueden pagarnos?, nos devuelven el aprecio que les hemos dispensado a la hora de proveerles?.

Todo somos conscientes que es importante no perder un cliente, pero qué es más importante, perder un cliente que no nos paga y al cuál tengo que cambiarle las reglas de negocio por no confiar en su solidez financiera con la duda siempre presente o sufrir los costes de mantener a ese cliente como moroso?.

junio 30, 2010

BIENVENIDOS A SINMORA, UN CENTRO DE CONOCIMIENTO ESENCIAL

Pensamos que no es necesario explicar a nadie lo que es la morosidad, sin embargo no está de más definirlo y para ello nada mejor que remitirnos a la ley que entró en vigor el 31 diciembre 2004, la Ley 3/2004 de medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales, (Directiva 2000/35/CE del Parlamento Europeo).

Según esta ley si el comprador no paga el día del vencimiento, automáticamente se convierte en moroso, y en consecuencia deberá pagar el interés fijado en el contrato y en su defecto el fijado por la ley (Artículo 7. Interés de demora).

Y no debemos complicarnos mucho más a nivel conceptual. Yo vendo mi producto o servicio a un cliente y éste me paga por ello. El cliente se compromete mediante documento de pago a hacer efectivo el mismo en un momento del tiempo determinado a partir de la emisión del documento o de la fecha de venta. Si llegada la fecha en cuestión el cliente no paga la deuda se considera vencida y pasa a tener con nosotros una deuda sometida a pago de interés. Sin embargo parece que estos hechos aquí detallados difieren en gran medida de la realidad que viven nuestras empresas.

Este hecho que parece simple en descripción es complicado en aplicación y aparentemente específico para muchas de las situaciones de impago, dependiendo éstas de toda una serie de circunstancias que flanquean el hecho de la venta y que hacen que la causalidad, sino diferente sea cuanto menos especial.

Es por ello que este Observatorio se posiciona como herramienta de estructuración de conocimiento relativo a la morosidad de forma que todos participemos con él y de él entendiendo que la experiencia de uno es la experiencia de muchos y la solución obtenida por uno puede convertirse en el alivio de otros tantos.

Os damos la bienvenida a todos en esta iniciativa que esperamos sea del agrado de todos, esperando que todos participéis al máximo dentro de vuestras posibilidades compartiendo vuestras inquietudes e iniciativas y que todos juntos seamos capaces de diseñar un escenario que nos permita abordar con garantía la reducción de la morosidad.